
Pero cuando se tiene una fe tan floja, tan floja, cualquier turbulencia la puede romper y resquebrajar porque esta fe es de Sévres, o de porcelana china, y entonces de leones en el circo y catacumbas ni te hablo, moreno, porque estos cristianos no saben de esa fortaleza ni de oídas. Así que no nos extraña que
algunos cristianos y sus pastores, sean cada día más frágiles; de no me toques que me rompo y voy de etiqueta. De etiqueta estúpida. Y turbada. No todos, afortunadamente.
No se dan cuenta de que c ellos también pueden "perturbar" a otros ciudadanos con su procesión y que tendrían que dar las gracias porque los dejen salir a la calle con sus credos, chuchues y velas, pero encima se ponen chulos y con exigencias.
Así que contra la estupidez, más libertad, fe y razón; más desnudo, en downblouse, por ejemplo, aunque no sea un "downblouse" en toda regla, canóniga, pero tiene un algo, un no sé qué, que lo convierte en un downblouse y además con pezones oscuros. Y aunque su cara no coincida con mi entusiasmo, porque la chica tiene una actitud de estar de morritos, de eso tan común de "se te ha olvidado nuestro aniversario".
Y una dejadez melancólica con esa mirada que rehúsa y que nos viene a decir que sí, que vale, vamos, pero espera que estoy mohína y no me has dicho ni un "te quiero". Es que uno es desmemoriado y se le olvidan estas cosas, las fechas, y esos pequeños detalles de iPod (que no tengo). Pero ya puestos te lo digo: "estás muy buena, princesa". Y te quiero, claro. Cómo no te voy a querer con esas tetas.