Antonio F. Marín: Vamos a contar mentiras

26 de septiembre de 2008

Vamos a contar mentiras


Ahora resulta que Bush cree que la ONU es más necesaria que nunca y que la invasión de Georgia viola su carta fundacional. De Kosovo no habla, claro, y menos de Irak, porque vivimos en un mundo de adultos infantiloides donde todo el día jugamos al "vamos a contar mentiras", por el mar corren las liebres, por el monte las sardinas, tralarí, tralará, lo que yo te diga, porque también hemos sabido
que Zapatero apoya el plan Bush para endilgar dinero público a la salvación de bancos privados, que antes consideró inaceptable.

Eso ha declarado tras su reunión en Nueva York con banqueros y líderes de multinacionales como Pfizer, IBM, Hewlett Packard, Microsoft, Xerox, Boeing, General Dynamics, Philip Morris, Dow Chemical, Google, Merrill Lynch, Bank of America o Citigroup. "Estamos encantados de que estén en nuestro país y vamos a darles motivos para que sigan y aumenten su presencia", les dijo obsequioso a sus invitados, cual Isabel Presley con sus Ferrero Rocher.

Y luego insistió en las ventajas de invertir sus sucios petrodólares en España aludiendo a que una de las ventajas de hacerlo es que aquí "no existe conflictividad laboral", es decir, que los trabajadores españoles son sumisos, no conflictivos y los sindicatos están domados. Y además, tenemos un sistema financiero que es el más sólido del mundo, les ha repetido nuestro bienandante presidente, pues se conoce que de la crisis tiene la culpa Reagan, Aznar y el sursuncorda, pero de la solidez del sistema financiero español el mérito es suyo y de eso gallea ante estas beatíficas multinacionales que hasta ayer mismo también tenían la culpa de la crisis y de la inestabilidad mundial.

Somos tan chachis pirulis que hasta los italianos y los franceses nos temen, porque dentro de nada, en un plis plas, y gracias a su merced, vamos a ser más grandes que ellos. Están acojonados. Con los huevos por corbata, que se dice. Eso les ha dicho nuestro prohombre a los multimillonarios de las multinacionales que se han reunido con él en una gratificante reunión que podría servir para un anuncio de Edesa.

Se oyeron aplausos por los pasillos, dicen los crónicas, pese a que también debió leerles la cartilla a estos codiciosos capitalistas para que sean buenos chicos, se comporten en sociedad y no digan palabrotas, ni escupan en el suelo del tercer mundo; la cartilla del padre Zapatero Ripalda que ya ha anunciado, menos mal, que mantendrá su promesa de dar el 0,7% del PIB para los países pobres (en 2012). Y luego fueron felices y comieron perdices. O bombones Ferrero Rocher.

Mobusi