Antonio F. Marín: Tacones de aguja fetichistas

13 de noviembre de 2008

Tacones de aguja fetichistas


Una niña de 13 años ha decidido que no quiere seguir viviendo, se ha negado a que le trasplanten el corazón y todos los especialistas en estos ministerios han dado su opinión, a favor o en contra, aunque el que estará muy contento es el niño que va detrás de ella en la lista de trasplantes. Cosas del vivir. Pero a uno no le sorprende que la niña no quiera vivir (supongo que tampoco querrá ir al colegio o al dentista), sino que haya tanta gente que tenga
las ideas tan claras. Gente que nunca duda.

Porque uno no sabe qué decir sobre el particular, y cree que en estos casos hay que confiarse en los peritos, como doctor House, mientras nosotros nos ocupamos de las cuestiones de las que sí entendemos, de las que uno es experto, porque la marca de zapatos Casadei ha celebrado su 50 aniversario con un libro de fotografías eróticas de Ellen von Unwerth (la mejor fotógrafo fetichista), en el que se ilustran todos los modelos de tacón de aguja que ha fabricado la marca.

Un libro que según he podido leer, recoge el sensual legado de Casadei: una marca de zapatos que, creando el calzado más sexy del mundo, ha llevado al límite un acto sexual alternativo en sí mismo: el de penetrar con el pie el zapato o la bota o la sandalia, para sentir el ardor del cuero y lucir y disfrutar del placer de pasearse con un par de obras de arte de precio astronómico. Un poco exagerado, pero sirva y sirve, como homenaje a los fetichistas de los tacones de aguja. De nada.

Mobusi