Antonio F. Marín: Se rasgan las vestiduras y no aparecen tetas...

9 de febrero de 2009

Se rasgan las vestiduras y no aparecen tetas...

Arrecia la crisis, aumentan los parados, las empresas y las familias van a la suspensión de pagos, pero en esta España de Zapatero, Rajoy y chichinabo, los políticos se compran sillas “Oxford” a razón de 2.269 euros la pieza, cuando no se inflan a sacar pasta a costa de la corrupción como parece que ocurre con el partido de la oposición. Cuando no se espían entre ellos, se emplean en chanchullos y corruptelas. Tenemos los políticos que nos merecemos, los que hemos votado. Y las quejas al maestro Armero, que también es de la secta.

Estas son las vergüenzas de la oposición de la derecha, porque el gobierno de Zapatero anda enfrascado en tapar las suyas y en avivar su Alianza de Civilizaciones con flores a María, que Madre nuestra es, pues hoy mismo recibe al presidente del
Parlamento Iraní, que ya sabemos que es el líder mundial de los derechos humanos y niega el holocausto. Y en esas andamos: acogiendo a lapidadores de adúlteras y negacionistas de la barbarie, por aquello del republicanismo cívico, se conoce.

Porque hace poco recibió al enviado del Papa que también ha perdido el oremus y ha traído al redil a un cerril que sigue negando el holocausto, en un disparate que debería ser hasta delito, es cierto, pero para todos sin excepción porque el presidente del Parlamento Iraní también niega el holocausto, ya digo, y sin embargo va a ser recibo entre vítores, abrazos y cucamonas, porque la cursiprogresía sólo se rasga las vestiduras cuando conviene a los nuestros.

Así que no sólo que al iraní no le afean su actitud como han hecho con el purpurado, sino que lo agasajan y lo hacen socio de su Alianza. No es doble moral porque no se puede doblar la nada, y por eso con el iraní no se rasgan las vestiduras. Nos privan del espectáculo. Con lo que nos gusta ver rasgarse las vestiduras a esta cursiprogresía a tiempo parcial, aunque por ellas sólo aparezcan arrugas flácidas y macilentas. Y roña, mucha roña sectaria.

Mobusi