Anticorrupción ha pedido que se impute también a los que regalaron los trajes al presidente Camps, por aquello tan filosófico de que tan maricón es el que da como el que toma. Pues eso. Y una vez que hemos sentado en el banquillo al valenciano Camps por haber recibido cuatro trajes de regalo ya podemos ir contra el rey porque ha recibido yates de empresarios mallorquines que usa y
disfruta, aunque pueda haberlos entregado a Patrimonio. Porque los trajes le habrán servido al presidente valenciano para trabajar con ellos, para ir a reuniones y representar a su comunidad, es decir, que Camps se pone el traje para trabajar, pero el rey se pone el yate para tocarse los huevos.
Porque un yate vale unos cuantos millones que dan para muchos trajes y Camps tenía que haber donado los suyos al patrimonio valenciano como ha hecho el rey con sus yates, es cierto, aunque a éste se lo mantienen los españoles y él los disfruta tras un regalo de unos empresarios mallorquines que, probablemente, no querían que fuese un pago por promocionar Mallorca en sus vacaciones. Fue por su cara bonita. Es lo que tiene ser rey de todos los españoles, menos de uno que se llama istmo: Que te regalan yates pa' lucirlos en el ojal.
