Antonio F. Marín: Más golfos sinvergüenzas no son posibles

28 de agosto de 2009

Más golfos sinvergüenzas no son posibles

No hay nada más cruel que mostrar a la vicepresidenta del Gobierno en bikini, tal y como ha hecho ABC, que se ha saltado las más elementales normas del saber estar, de las buenas maneras e incluso de los derechos humanos. Y de la caridad cristiana. Y no hay nada más estúpido que la oposición del PP enjugascada con las salvas de ordenanza victimistas, mientras se hunde el PIB y la vil canalla de proa pasa de los 11,5 millones de mileuristas a los 18 en tan solo tres años y gracias a la nunca valorada gestión del Rojo Justiciero y la anuencia de los sindicatos y de la izquierda castiza que está más preocupada por conseguir la boleta para inaugurar embajadas nacionalistas en

el extranjero que en preocuparse de los suyos, quizás porque les va mucho el rollo patriotero aquel de:
"soldados la patria
nos llama a la lid,
juremos por ella
vencer, vencer o morir".

La patria catalana y vasca, por supuesto. O la venezolana, a donde se ha allegado Chomsky para abrazarse al golpista orangután de Chávez y proclamarse "salvapatrias", digo, "salvamundos" del mundo mundial, porque el paleto ha instaurado en Venezuela ese "otro mundo posible", mientras encarcela a la oposición, cierra emisoras de radio, adoctrina en las escuelas y apalea a periodistas.

Esté pájaro del "otro mundo posible", el chuky de la izquierda, ya se hizo un traje a medida de su mundo posible arengándonos para que lucháramos por el reparto de la riqueza a través del impuesto de sucesiones, mientras él creaba varias sociedades para evitar pagar el impuesto. “No voy a disculparme por apartar dinero para mis hijos y nietos", respondió el pajarraco millonario de izquierdas para excusar su hipócrita solidaridad con el dinero de los demás, mientras escondía el suyo para no pagar impuestos. Esta es la izquierda que busca "otro mundo posible", es decir, el mundo posible de sus millones puesto a buen recaudo para no pagar impuestos mientras exigen que los demás los paguen. Lo dicho: hijos de puta hay que decirlo más.

Mobusi