El rojo Justiciero ha enviado los presupuestos al Parlamento y le va a subir los impuestos a los de siempre, es decir, a los desgraciados que no son amiguetes del Gobierno y no pueden invertir las perricas en los fondos Sicav (como Almodóvar que sólo paga el 1%), es decir, la vil canalla de proa que van a pagar un 2% más de IVA y va a notar la subida en casi todo, desde los zapatos a Internet, pasando por la luz y la cerveza. Los mismos curritos que siguen considerando al Justiciero como el político más valorado en las encuestas, mientras la inútil oposición sigue sesteando o sacudiéndose los palominos de las corruptelas.
Esto es lo que hay, lo que nos toca, resignación cristiana, porque si el Gobierno es chapucero, la oposición es inepta, tal para cual; pero los peperos, al menos, deberían archivar sus excusas y rollos macabeos, y ponerse a disposición de la Justicia para aclarar las graves acusaciones de financiación ilegal que les ha hecho la policía judicial. Eso de romper la raqueta cuando
se pierde o el juez te da una pelota out, no es muy ético, ni responsable, porque ya no le compramos su kalimero "yo no he sido" o "la vida es muy injusta y los demás son mu malos". No cuela.
Como tampoco cuela que la policía filtre a los periódicos las acusaciones que no les admiten en los juzgados. Si la policía judicial investiga y elabora un informe en el que cree que existen delitos, su obligación es ponerlo a disposición del juez o del fiscal para que lo siga investigando y si éste lo rechaza (Valencia), hay otras instancias (el tribunal de Madrid que también lo investiga), para cumplir con su obligación de denunciar los delitos.
Que se sepa, y salvo ordenamiento en contra, la policía no investiga para los periódicos, ni tiene por qué remitir sus informes a los diarios cuando el juzgado que les interesa no se los acepta al considerar que no hay delito. Una especie de pronunciamiento castizo "no me admites mi denuncia, pues te vas a enterar de lo que vale un peine", que tanto gusta en la España sutil, sedosa, satinada y cursi de Juan José Millás y su sectaria recua de babeantes lameculos del poder.
Por lo que consta en los papeles filtrados a la prensa hay motivos para sospechar de que el PP se ha financiado ilegalmente y entonces sólo nos queda que la Justicia intervenga y ponga en la cárcel o en su sitio, a los mendas del PP que se han lucrado o han lucrado al partido. Presuntamente. Aunque es probable que la policía no se fíe de los jueces, y por eso confíe más en la prensa pues ya deben andar resabiados pues hace algunos años avisaron a los terroristas para que huyeran de la justicia. Y esa justicia tampoco ha investigado quién es el autor del cómplice chivatazo con los terroristas asesinos de niños. !País...!, que diría Forges.
