Antonio F. Marín: El Paseo

16 de febrero de 2010

El Paseo

Siete chicas se han se han puesto de acuerdo en una serie de TV para quedarse embarazadas y puede que, si se empeñan, lleguen a un acuerdo para quedarse a estudiar, que también se puede conseguir aunque parezca más difícil.

Pero ni lo intentan y siguen la horma de nuestros políticos, porque con 4.5 millones de parados, un 11, 4% de déficit público y la dificultad de vender la deuda pública (como la arruinada Grecia), sería el momento oportuno de hacer caso al socialista Alfonso Guerra cuando en su revista sugiere que se vaya a un gobierno de salvación PSOE-PP, como el que ya se hizo en Alemania. Una propuesta razonable porque después de todo para podar derechos sociales, tanto monta, monta tanto, Rajoy como Fernando, digo, Rajoy como Zapatero.

Pero Zapatero no lo hará porque el cerril no duda jamás y la ministra de Economía, señora Salgado, se ha apostado varias comidas a que ya hemos salido de la recesión, cuando los demás se la juegan por ver si comen. Es lo que tiene ser una señoritinga socialista con apartamento de lujo en

la Costa Azul: que pierdes la perspectiva de la cola y puedes putear a los demás sin pluriemplearte como un gigoló norteamericano, por cierto, al que le han legalizado su trabajo por el que cobra 300 euros a la hora. Un descaro, porque con esos precios tan bajos no hay forma de competir. Lo tendríamos que denunciar por competencia desleal.

Como deberíamos empapelar a los populares de Cieza por dejación de funciones, pues dentro de sus competencias se encuentra cuidar el patrimonio, ya sea el Paseo del pintor Pepe Lucas, como de la ermita de San Bartolo. Ha tenido que venir el autor a recordarnos que el Paseo se casca y resquebraja porque no se preserva como sería menester en una obra de arte (que es lo es, manque les pese), pues a la derecha sólo le preocupa esparcir los dineros en calles peatonales repartidas con donaire de una violetera, al tuntún de un churrero.

Dan los dineros para rehabilitar fachadas históricas, pero consienten que el patrimonio del Paseo se cuartee por dejación, tanto por parte de los de ahora, como de los anteriores que también silbaron al pasar. Porque para solventar su deterioro sólo tendrían que llamar al artista y encargarle un proyecto de restauración y es probable, incluso, que en el Gobierno del PP haya alguno que sepa utilizar el teléfono. No es difícil.

Pero no sólo se desentienden del Paseo, sabe usted, porque la falta de mesas en la recién inaugurada biblioteca, obliga a la concurrencia a leer los periódicos de pie, como en el Metro. Muy original. Una perfomance. Y además nos ofrece unos exclusivos desconchados debidos quizás al peso de la púrpura del premio que le han dado al arquitecto del descomunal letrero «Tonto el que lo lea».

La próxima medalla a ver si se la cuelgan de la corbata que es donde dicen los castizos que tienen algunos los huevos, sin ánimo de ofender y/o afrentar el honor de nadie, que para llamar ‘hijoputa’ a los demás ya está la aristócrata Esperanza Aguirre, que además gallardea cuellierguida de enseñanza privada. Ya te vale.
(Columna publicada en el semanario de papel El Mirador de Cieza)

Mobusi