Antonio F. Marín: El muchacho de León

3 de junio de 2010

El muchacho de León

César Antonio Molina es un tipo muy lúcido que fue ministro de Cultura y que ha confesado que el presidente Zapatero es una persona que "no escucha y que sólo se fía de sí misma", algo que es un "defecto gravísimo". Y tiene razón, pero hay más, porque también le dijo que lo destituía por 'falta de glamour'. Como suena. Y no nos extraña.

Porque "lo más fértil de la Historia está en el ejemplo de quienes horadan barreras", dijo ayer el presidente tras su entrevista con la alpinista de los ochomiles. Y tiene razón, pero son también muchos los que han querido ser fértiles en la Historia y han horadado barreras, como Hitler o Stalin, por ejemplo. Las barreras se horadan con discreción y prudencia.

La esclavitud se abolió mediante una guerra y no parece que sea el método más adecuado para "horadar barreras". Actualmente. Porque lo que si hemos horadado con Zapatero ha sido la barrera de los 4, 5 millones de parados y casi la quiebra del Estado del Bienestar, por lo que podríamos decir que las mayores catástrofes las

han provocado los insensatos que han querido horadar barreras sin ton ni son. Como el muchacho de León.

Hace años que lo llamé así. No era un insulto o desprecio, sino un hecho. Es un muchacho de León con muy buenas intenciones; un muchacho de esos que todos los padres quieren para sus hijas. Un chico con muy buenas intenciones que no sabe que el infierno está lleno de buenos propósitos. Se veía venir. No me gusta decir "te lo dije". Bueno, sí me gusta, sobre todo cuando acierto, pero es que ya te lo dije. Hace años, cuando empezó a denominarse "rojo justiciero" y a corregir a Jesucristo. Se veía que era voluntarioso, dogmático, infantilmente idealista y que estaba justitito.

Que había leído algo sobre la paz mundial (en algún cuento infantil) y se había traumatizado. El muchacho pinta bien, tiene buena planta y sus gestos son de un evangelista americano que avala ante las cámaras la virginidad antes del matrimonio. Pero la próxima vez que vote lo haré por un tipo feo, cojo y enano. Pero que sea sensato, lúcido y que prefiera arreglar el bache de la calle antes que arreglar el mundo.

Mobusi