Antonio F. Marín: Versiones

18 de octubre de 2010

Versiones

Cuando te caes, te das un tortazo y te quedan marcas en la cara, la concurrencia te pregunta qué te ha pasado. Y tú, claro, como eres correcto y educado les das tus versiones para que elijan la que de todas formas ellos ya han elegido:
a) Me caí en la ducha.
b) Huía de un marido celoso.
c) Me subí a una farola borracho.
d) Dejé de huir del marido celoso.

Estas cuestiones que digo se estudian en Ciencias Políticas y es la práctica habitual de todas las escuelas de negocios: Te ofrecen varias alternativas para que elijas la que ellos quieren; es decir, la más conveniente para ellos: que te has subido a una farola borracho. y te la has pegado. Y que así te olvides de la otra realidad, la sustancial: que huías de un marido celoso.

Nuestros bienqueridos políticos y sus hacedores de soflamas y pasquines electorales también son expertos en estas corridas y ya andan maquinando

tretas para que darnos la opción que ellos prefieren. Y quizás por esa añagaza al PP no le interesa un pacto en Sanidad con el PSOE y ha abortado el que llevaba ya muchos años gestándose por parte de la socialista Trinidad Jiménez.

Un principio de acuerdo que tras dos años y medio de reuniones, se ha ido al garete, es decir, al carajo, porque los peperos andan despiojándose en sus arbustos territoriales. Y al enemigo ni agua, con vistas a la pesquera electoral. Son ‘asín’ de patriotas. Se trataba de un gran pacto que se ha truncado por los necios rebotes de la derecha de PP y de CiU que arguyen excusas del jaez aquel de que se “tenía que haber madurado”, “estaba lleno de generalidades”, etc, etc. Sólo les ha faltado añadir aquello otro tan clásico de «esta noche no, cariño, que me duele la cabeza».

Los pactos sirven para sentarse cara a cara y reconocer que se tiene un problema, soslayando las cuestiones más espinosas y aceptando las más viables como ya se ha hecho para crear una central de compras para adquirir los productos consumibles (vendas, jeringuillas y esparadrapos), con el propósito de conseguir un mejor precio al hacer la compra conjunta, porque hasta ahora cada autonomía tiraba para un lado con el carrito de la compra porque ya sabemos que una tirita catalana tiene que ser diferente de la tirita murciana. Y de las jeringuillas vascas ni te cuento, limeño.

Tenemos 12.000 millones de euros de déficit y estos peripollos de la derecha van de melifluas señoritingas que no pactan por si al rascar en el yeso de la pizarra de la negociación, se les rompan las uñas electorales. Así que todo es cuestión de versiones e intereses, pero uno se pregunta si, cuando por fin dejas de huir del marido celoso, se debe a que éste se ha cansado de perseguirte o es que por fin te ha pillado y te han partido la cara.


Y ahí vienen los expertos electorales para dar los argumentos y que los políticos las compren al peso para vendérnoslas luego a los que estamos subidos en las farolas, pero no porque estemos borrachos (o sí), sino porque tenemos un cabreo para subirnos por las paredes. Y por las farolas.

(Columna publicada en el semanario de papel El Mirador de Cieza)

Mobusi