Y yo no lo haría, Jenny, porque si es millonaria te puede poner detectives privados para curiosear, y pillarte fumando (con otra). Un engorro. Y luego además te exigirá cumplir por la noches, qué horror, con lo que cansa hacerlo por compromiso. No te lo aconsejo de verdad.
Aunque peor andan los que se casan con la política por notoriedad, cartel y dinero (perdón, por prestar un inestimable servicio público a la sociedad), porque nos acaban de noticiar que Murcia está entre las 10 regiones de Europa con más paro.
Y que abundan las deudas en la Sanidad pública (1.500 millones de euros), gracias a la inconmensurable gestión de la derecha murciana que ha conseguido también que en el Hospital de Cieza las citas de la especialidad de digestivo están cubiertas hasta diciembre desde hace meses, mientras Valcárcel más ‘si-typical’ que el morcón, se ha gastado unos cuentos millones gansos en la Fórmula 1 y otros 192 euros por familia para
pagar la televisión murciana; el canal 7 de la televisión populosa con presentadores con sueldos millonarios que fueron despachados de las televisiones privadas.
Y además ha provocado la creación de una especie de castas laborales en las que los parias serían los médicos de cabecera a los que obligan a doblar las consultas por falta de sustitutos y a los que les puede pedir cita por Internet a las 4 de la madrugada. Y luego los brahmanes que serían todos aquellos médicos especialistas a los que no les puedes ni pedir la hora, es decir, la consulta por Internet como ocurre con los demás médicos. ¿Cuál es el quid, la miga, para que no se pueda pedir cita por Internet para los especialistas y haya que hacer gestiones en las colas como en los años 50? ¿Es verosímil que estos médicos sean una casta superior?
No, no lo creemos. Son magníficos profesionales, diligentes y mal pagados (al menos los que uno conoce y no vamos a hablar mal de otros no vaya a ocurrir que nos toquen en un quirófano). Así que nos maliciamos que el problema viene de arriba, de la gestión pepera «sí-typical», porque si permites la cita por Internet con los especialistas te enteras en el acto de que te la dan dentro de 3 o 4 meses.
Y no quieren que certifiques en Internet que hay colas, demoras, mala gestión. Sería demasiado obvio y en medio de la megafonía del mercadillo. Una cuestión es el runrún en la calle y otra la rúbrica de la realidad de los hechos. Eso es lo que parece, pero una se calla porque no le gusta meterse en casa ajenas.
Así que quizás sería mejor hacerle caso a Jennifer Aniston y buscarse «una mujer rica pero poco conocida». Sólo hay que saber elegir entre ellas y escoger a la millonaria más simpática.
(Columna publicada en el semanario de papel El Mirador de Cieza)
