Como Rajoy, que ha propuesto una revisión profunda del Estado de las Autonomías con un loable propósito que huele bien, a fresas salvajes del Caribe (como los desodorantes), pero cuando lleguen los pactos tras las elecciones de este fin de semana, se pondrá solícito en el primer tiempo del saludo para pactar con CiU, por ejemplo, y gobernar con los nacionalistas (como ya hizo Aznar cuando hablaba catalán en la intimidad). Rajoy lo va a hablar por los codos.
Aunque es fundamental reformar las autonomías para evitar despilfarros y caprichitos de nuevos ricos, pero esa encomienda es ya imposible por aquello tan español de los ‘hechos consumados’ pues en esta España cabildera y bajonera, gobiernan los pichacorta de
vuelo raso que se achantan en cuanto los llaman fascistas por no pensar como el rebaño.
Nuestra cultura ‘typical spanish’, sabe usted, porque tras la intervención monetaria de Irlanda parece que nos han puesto en la lista de espera. Y si nos auxilian estaríamos fiscalizados por Europa para evitar echarnos del euro. A un servidor le da igual que nos intervengan o no, porque quizás estemos mejor gobernados por Europa que por Zapatero, ‘ese hombre’, que negó la crisis y siguió pidiendo un dinero prestado a los bastardos ‘mercados’, que ahora no puede devolver. Será que uno no es muy patriota.
Como Zapatero que nos tiene dicho que su «patria es la libertad» y que «la tierra es del viento», así que no le incumbe lo que suceda en el Sahara, que los saharauis no tengan patria ni libertad y que el viento no defienda su tierra frente a Marruecos. Se empieza proclamando memeces cursiprogres y se acaba gobernado por Europa, por paises extranjeros. Aunque tu dignidad quede malparada.
Pero qué es eso de la dignidad. ¿Acaso nuestros políticos la conocen, la han catado?... «Dame pan y dime tonto», que se han debido decir la derechista Cospedal y la izquierdista De la Vega para cobrar los sueldazos millonarios que se embolsan y poner cara de que ellas pasaban por allí y sirven a la patria. Dales pan a los políticos y llámalos cabroncetes mientras disfrutan de 490 coches oficiales. Les da igual.
El rostro impenetrable y la falquitrera repleta, mientras el ministro de Trabajo asegura que los jubilados deben hacer sacrificios. Más todavía. Pues como se suele decir en el bingo «así os gastéis el premio (y los sueldazos) en medicinas». Y como Kelly Brook: !A mí la legión!, diga lo que diga la buenorra presentadora.
(Columna publicada en el semanario de papel El Mirador de Cieza)
