Y puede ser, pero uno siempre ha creído que era cierto a tenor de los razonamientos de ciertos políticos, como Rubalcaba, que acusa al Gobierno de «contrareformista» cuando fue votado precisamente para reformar, para contra reformar y no para bailar el twist. Lo primero que hizo Zapatero cuando accedió al poder fue retirar las tropas de Irak (luego las mandó a Afganistán), descerrajar la recién aprobada ley de Educación de Aznar y derogar el Plan Hidrológico.
Y luego se paso 8 años contra-reformando en el Pacto del Tinell con los nacionalistas con arreglo a su programa electoral, tal y como hace ahora Rajoy al bajarle
un 80% el sueldo a los banqueros, aunque su reforma en Educación sólo haya consistido en correr un año el ciclo educativo. La verdadera contrarreforma sería que los alumnos estudiaran más humanidades, se aplicara el respeto al profesor y la cultura del esfuerzo (no de la excelencia).
Cuenta Lucía Méndez en El Mundo que una alumna le respondió a un profesor amigo suyo, que ella no había hecho los deberes «porque no me ha salido del chocho». Y todos rieron, como en la peli de Peter Bogdanovich, protagonizada por Ben Gazzara (q.e.p.d). Estos bandazos legislativos no son normales porque en una democracia madura se respetan los principios básicos comunes gane quien gane las elecciones, pero en Spain somos unos demócratas con Dodotis que todavía andamos buscando guerra. Nos va la marcha. Somos así.
No es común, pero forma parte de nuestras señas de identidad, de nuestro carpetovetónica y genuina forma de ser como la de las tribus indígenas antropófagas que se comen los unos a los otros, sin sal. Y quizás por eso algunos todavía no se han enterado de que se acabó el capitalismo salvaje, ok, pero sólo el Occidental porque el que manda ahora es el Chino y el de algunos países emergentes que permiten bajos salarios, acaparamiento de materias primas y la esclavitud laboral. Hemos pasado del capitalismo salvaje Occidental al híper salvaje capitalismo comunista chino. Se acabó el capitalismo salvaje, pero viene el feroz.
Quizás por eso la patronal y los sindicatos han conseguido llegar a un acuerdo en la subida de salarios; en las nóminas de los que tienen trabajo, como es obvió, porque de los 5,2 millones de parados que no pueden negociar lo que no tienen, no sabemos nada excepto que viene una huelga general. digo, una reforma laboral que según el socialista Almunia debe ser dura «porque es mejor tener un trabajo mediocre que no tenerlo». Suponemos que eso es lo que le habrá dicho a sus hijos. O a los sindicatos alemanes que han felicitado a Merkel por su política económica. Así que si siempre ha sido de buena educación dejar algo de comida en el plato, ahora toca rebañarlo, qué remedio. Cuando hay hambre no hay raya en el pantalón que valga. Aunque la ciencia no lo haya confirmado todavía.
Columna publicada en el periódico El Mirador de Cieza.