El otro día andaba zapeando por la tele y me di con una tertulia en la que discutían a ‘grito pelao’, según les reprochaba el moderador a los contertulios. Y me pregunté si se pueden pelar los gritos... ¿Existen peleadores oficiales de gritos… ¿Tienen rama sindical?...¿Cuál es su patrón?..
No se sabe, pero si te llama la novia y te pregunta qué haces, le puedes decir: «Pues ya ves, aquí, pelando gritos». Y ella te dirá que no se lo cree y que le estás poniendo los cuernos con su mejor amiga, que es cierto, claro. Nos ha pillado. Pero, ¿cómo lo sabe ella?...Son mal pensadas.
Tan recelosas como nosotros cuando vemos que Rajoy se capuza en la reforma laboral sin percatarse de que en Guipúzcoa disfrutan de un 10,4% de paro mientras que en Cádiz padecen un 35,3%. Y esta bochornosa diferencia se daba
antes de la reforma, cuando el empresario podía acudir a la suspensión de pagos para echar a todos a la calle y que cobraran del FOGASA una indemnización de 30 días en vez de 45 (como en Spanair).
Un enjuague que ha permitido despedir más barato a 3 millones, mientras el búnker sindical andaba forrándose en los consejos de las cajas, con los ERE y el monopolio de los cursos de formación. Ahora a los empresarios no les hace falta esta patraña para abaratar el despido porque lo caro es la suspensión de pagos. Por eso había que hacer algo, ya digo, porque Grecia, pese a estar en quiebra, tiene un 17,5% de paro y nosotros un 23,3%.
Y entonces no sabemos qué será mejor porque ese ‘espejo de la igualdad’ que es Suecia (según El País), ha capeado la crisis sin un rasguño y no tiene salario mínimo, ni ninguna indemnización por despido. Así que no se puede decir que la reforma nos retrotrae al pasado al permitir despidos con 20 días, porque en la dictadura la indemnización era de 60. Y con Franco no vivíamos mejor.
Ahora sobrevivimos a unas circunstancias críticas que se han de solventar con ideas como la que ha presentado el PSOE en el Congreso para que los pensionistas y los parados paguen comisiones bancarias «superreducidas». Una idea espléndida, oportuna y sobre todo, muy justa. Tan cabal como la advertencia del Papa de que «un agnóstico está más cerca de Dios que un fiel rutinario». Aunque algunos se le subleven y sigan con los novenarios, romerías y demás quincalla y calderilla apostólica.
Una chatarra monetaria que nos podría hacer falta para pagar la ORA que nos quiere traer el alcalde Tamayo. No sabemos si este aparcamiento de pago será bueno o malo, pero lo que sí sabemos (por los codos), es que la manzana del Cocodrilo está empantanada, que la reforma de la plaza de San Juan Bosco lleva un vergonzoso retraso o que la entrada de Cieza está permanentemente en obras.
Lo denuncian los vecinos, pero Tamayo se esconde melifluo para no darnos la explicación que nos debe como alcalde nuestro que es y esa explicación la tiene que pagar, porque él, como alcalde nuestro que es, nos debe una explicación...." (Berlanga, Bardem y Mihura). Que nos la dé o nos ponemos todos a protestar a grito pelao.
Columna publicada en el periódico El Mirador de Cieza.