Antonio F. Marín: Manías

27 de octubre de 2012

Manías

Los talibanes han tiroteado a una chica de 14 años que defendía el derecho de estudiar. Aquí los alumnos te tirotean si los obligas a hacerlo pues estamos a la cabeza de Europa en fracaso escolar, según la Unesco, pese a que somos uno de los países que más invierte en Educación. La letra con sangre no entra, pero tampoco entra con dinero. Por qué. Porque sí, porque somos unos ceporros. Y maniáticos. Todos.

A mi me cautivan las chicas que conducen tractores, cortan leña, lucen coleta y camiseta blanca con tirantes. Y además se ponen en jarras. Por qué. Porque sí. Manías. Puro fetichismo. Y no me gustan las que se expresan en los chat de Internet con ‘emoticones’ (imágenes de caritas con gestos), para dar a entender su estado de ánimo. Una falta de comunicación porque si estás enfadada lo dices. Si estás contenta también. Si quieres hacer un guiño utilizas la ironía. Y si estás disfrutando también lo dices: «Me cooooooorro». No es difícil, joder.

A veces hay que repetir lo obvio para que los niños, los papis y los políticos lo entiendan. Así que habrá que recalcarle a los sindicatos, patronales, partidos y demás sectores, subsectores, asociaciones, patronazgos, casas de juntas, gremios, liberados, jefes de sucursales territoriales nacionalistas etc., etc., que pueden hacer lo que les pete; llorar, rabiar, patalear (o convocar una huelga general para el 14N), pero o España paga la cuenta, la deuda, o no

te sirven más. Pasa como en los bares.

Y si no pagas no te venden más equipamiento para los quirófanos, ni te sirven medicinas, ni te venden folios para los colegios, ni te dan la Visa Oro para que los políticos se vayan de putas. O pagas o cierras. O desempeñas España y pagas lo que has derrochado al darte el gustazo de tener más políticos que policías, médicos y bomberos (juntos), o te cortan el pienso.

Así que quizás deberíamos colocar en la frontera un cártel con un «Spain, rebajas por liquidación». Y cerrar el negocio, nunca mejor dicho. O vendérselo a la Merkel, porque según una encuesta realizada entre españoles y que ha sido publicada por el periódico Wall Street Journal, el 50% confía más en Merkel para sacarnos de la crisis, que en Rajoy (3%). Para que veas.

Un Rajoy que aunque ha ganado en Galicia, lo va a tener peliagudo en las próximas elecciones porque aquí nadie es inocente. Y nadie quiere asumir responsabilidades ni decir la verdad. Por ejemplo que hemos estado embaucando al pueblo con el reino (de Jauja) en la tierra (Nietzsche), porque la Constitución dice que todos tenemos derecho a una vivienda digna, pero no habla de que tenga que ser «en propiedad».

Podemos vivir dignamente en alquiler como hace el 70% del resto de Europa, pero esa hazaña no parece posible porque somos diferentes, es cierto, ya que la Merkel vive en un piso normalito de un acomodado barrio de Berlín (maniática que es ella), mientras nuestros jefecillos de tribu de provincias duermen o trabajan en palacios, faltaría más, que para eso somos del Sur y nos gusta rebañar la vida. En palacio, como Valcárcel. Otra «conquista social histórica». No somos maniáticos como ellos.

Columna publicada en el periódico El Mirador de Cieza.

Mobusi