Que conste que, según el crítico, su peor defecto es que es reiterativamente sexual. Cómo se nota que no ha leído las otras. En fin... Gracias de todas formas.

Sea como sea crea expectativa y la narración es fluida y llevada con un lenguaje(aunque a ratos muy crudo) muy aceptable. Ademas, asume sin contemplaciones, sin tapujos el desbroce del universo de las fantasías que todo mundo las tenemos. Roberto, un personaje inocenton, ,medio pureto, a la final admite ser y le gusta entrar en aquel fantasioso territorio, siempre y cuando aquello se asuma sin que cause dano a nadie y ni asi mismo. Muy entretenida la obra. Un cordial saludo a Antonio Marin. Tienes gran capacidad narrativa.
No te conozco, pero gracias. La próxima no tendrá tema sexual, ni amor ni zarandajas y sonajeros de este tipo. Ya he descubierto que el amor es una mierda y que lo que hacemos se sublimarlo en nuestra imaginación. El amor no existe: lo inventamos nosotros.