Muy mona, la chica, ya digo, cuando nos da unas explícitas indicaciones sobre sexo que a uno le recuerdan aquellas “orientaciones” del libro de sexualidad del Doctor López Ibor. Consejos, artilugios y unos remedios de la abuela para animar la vida sexual de los tontitos que parecen sacados de una película americana de serie B de los años setenta o de un manual de sexología de El Corte Inglés.
Y uno no sabe si hacerle caso y seguir sus “orientaciones”, porque la chica nos recuerda a esas otras que cuando se corren chillan mucho pues suelen seguir los consejos de sus cincuentonas mamás sobre cómo hacer gozar a los hombres. Lo dicho: Sexo vainilla y del malo, aderezado con algunas perversiones edulcoradas que podrían firmar los Lunis.