17 de febrero de 2005
Sólo la puntita que soy doncella
He estado esperando pero ya veo que no va ha ocurrir, que nadie va a manifestarse, de verdad, contra el Gobierno catalán que ha redactado un “protocolo” para los medios de comunicación en el que se prohíbe que los periodistas entreviste a los mil vecinos que han perdido sus casas de toda la vida tras el socavón del barrio del Carmelo de Barcelona. También se les prohíbe asistir a sus asambleas, informar de sus decisiones y acercarse al lugar con cámaras y fotos, con la anuencia cómplice de los periodistas afines, adeptos y congregantes que han rechistado sólo un poquito, abonico, no sea que me vayan a oír, ante semejante ultraje a la libertad más propia de un chuloputas bravucón que de un honesto político. He estado esperando a que se pronuncien las asociaciones de la prensa, los sindicatos, las organizaciones profesionales o los consejos de redacción. Nada. Ni tampoco he oído las quejas de los periodistas gráficos que le tiraron en el Parlamento las cámaras de fotos a Aznar para culparlo de la muerte de los periodistas Couso y Anguita. Nasti. Ni a los humoristas gráficos, viñetistas o forgianos chistosos. Algunos tibios apuntes de ciertos comentaristas, para cumplir, y poco más. Sólo la periodista Julia Navarro ha condenado con contundencia semejante tropelía, porque los demás han silbado y se han puesto a comentar lo del edificio Windsor, claro, o la prohibición de fumar en los coches que propone el Gobierno, criticándola, para que luego digan que no se meten con él, que no critican al Gobierno. Y los demás han cumplido la formalidad, de mala gana, como Javier Sardá que entrevistó en su programa a tres vecinos mientras se sentaban entre en público. No se atrevió a llevarlos a la mesa y dedicar el programa en exclusiva al suceso como hizo con el buque Prestige o con los socavones del AVE de los que hizo unos programas monográficos pese a que no hubo ni un solo damnificado. Pero ahora sólo la puntita nada más de protesta, Don Juan, que soy doncella.Pos Después.- Y de comisión de investigación en el Parlamento catalán ni te cuento, María Sarmiento. Son el mismo perro con el mismo collar.