Tres en raya: Nunca máis

No entiendo por qué algunos dicen que los iraquíes se jugaron la vida para acudir a votar con el único propósito de echar de allí a los americanos; ni por qué otros condenan la pena de muerte en Estados Unidos pero no en Cuba; ni por qué todas las modelos de pasarela desfilan como si les escociera el chichi. Ni tampoco entiendo a todos aquéllos se manifestaban en provincias para protestar contra el desastre del buque Prestige y que ahora no lo hacen por la catástrofe en los edificios hundidos del barrio del Carmelo de Barcelona, ya que, según el presidente de la generalidad, es lo mismo una tragedia que otra. Pero, entonces, ¿dónde están los manifestantes con sus pancartas de “nunca máis” para pedir dimisiones, responsabilidades políticas y judiciales?... En paradero desconocido porque ahora el alcalde de Barcelona es socialista, el presidente de Cataluña es socialista y el presidente del Gobierno es socialista. Tres en raya. Pero al final la culpa la tendrá el nieto de la hermana de la madre del suegro de Zaplana que tiene un restaurante en una isla de Benidorm, sabe usted, que es que digan lo que digan, se pongan como se pongan, resulta que los catalanes son españoles de pura cepa castiza: Ellos tampoco dimiten.