Antonio F. Marín: No puedo mirarme en el espejo

23 de marzo de 2005

No puedo mirarme en el espejo

Es que me da miedo, y no es por motivos supersticiosos de esos que dicen de que si se rompe un espejo te casas pronto. No, no tiene nada que ver con esas supercherías, sino más bien con una singular y pusilánime cobardía porque hay gente que normalmente llega, se planta y se mira en el espejo como si tal cosa. Un servidor no. Un servidor se asoma. Aparece por una esquina a ver cómo anda la cuestión y luego va apareciendo poco a poco, pero nunca se mira de frente. Es que los hay muy valientes. O muy guapos. De esos que llegan y se miran en el espejo sin encomendarse ni a Dios, ni al diablo, ni a una clínica de cirugía estética. “Pa’ chulo yo”, deben de decirse en plan Zapatero y todo eso. Uno a lo más que ha llegado en su osadía es a escudriñarse de perfil. De canto. Por si acaso.

Mobusi