Antonio F. Marín: Seguir un culo legalmente

19 de marzo de 2005

Seguir un culo legalmente

He recibido un comentario en este weblog que me ha animado a seguir con mi diario. Iba a abandonar, a dejarlo, porque nunca he tenido tenacidad para nada y al poco de comenzar las cosas me cansan y las abandono. El matrimonio no, que soy soltero y sin compromiso, no seáis mal pensados. Pero ahora voy a seguir con este weblog porque ese lector que me ha dicho que está pasando por una mala época y que, pese a ello, le da gusto entrar en mi página “y ver que casi siempre me sacas una sonrisa por tu “obSEXión” con las mujeres. Gracias de corazón”, me dice en su amable comentario. Pues gracias a ti, Antihéroe (firma así), porque tú y los demás también me animáis a mí (incluido un español que vive en Holanda) y me ayudáis a seguir tirando, porque este diario se inició a instancia de mi psiquiatra que me aconsejo que sentara la cabeza, que madurara de una vez y que dejara de seguir los culos de los mujeres por la calle. “Y ya de paso a ver si puedes conseguir trabajar más de
un día seguido”, me dijo, todavía no sé si de coña o de mala leche. "Es que trabajar me cansa y usted no me da pastillas para el cansancio", le replicaba yo muy enfurruñado y puesto en razones porque además no era cierto lo que decía pues un servidor jamás se ha dedicado a seguir culos por la calle. Siempre ha seguido uno solo para no distraerse, que uno no es un botarate inconstante de esos que van saltando de culo en culo, según vienen, y suele ser fiel a ellos: Una vez que me engancho a uno por la mañana no lo suelto hasta la tarde. Qué se le va a hacer. Aunque le voy a hacer caso a mi psiquiatra y ya ando en gestiones de echarme novia formal para entrar en su casa, hablar con sus padres y formalizar la relación. Y poder seguir así su culo legalmente, con póliza y bendición apostólica de su santidad.

Mobusi