Antonio F. Marín: El obstáculo de la ortografía

1 de abril de 2005

El obstáculo de la ortografía


"La educación no es una carrera de obstáculos", dijo el niño dejando escapar un pedo. No, esta frase no es de un niño, sino del adulto ideólogo de la reforma educativa que va a aprobar el Gobierno. No sé, pero yo creo que la educación sí que es una carrera de obstáculos porque es un obstáculo reprimirse para no mandar a la mierda a todos los que se lo merecen. O contenerse para no decirle a más de uno lo que le corresponde. De hecho la educación es una constante carrera de obstáculos para comportarte y no dejarte llevar por lo lúdico, por lo cómodo, por lo que te sale del higo o por lo que te pete. Aprender no es un obstáculo cuando eres adulto y lo haces
por gusto, por distraerte o por curiosidad intelectual, pero cuando eres joven la curiosidad no es estudiar filosofía para comprender el mundo, sino mirarle el culo a la vecina de pupitre para comprenderte a ti. Esto tan elemental deberían saberlo los responsables de establecer las directrices de los planes de estudios, pero si ellos no piensan así o creen que la educación es como un día de playa, allá ellos, digo, allá los padres a los que les afecte este modelo porque los ricos seguirán enviando a sus hijos a los colegios en los que se premie el mérito, el obstáculo y la exigencia, mientras que la gente humilde tendrá que seguir padeciendo que la educación no sea una carrera de obstáculos y que sus hijos escriban sin el obstáculo de la ortografía. Todos tendrán un título que colgar en el salón de la casa para admiración de las visitas, pero habrá desigualdad de oportunidades.

Mobusi