Matando folletineros

El mejor escritor de best seller de España, Arturo Pérez Reverte (aunque en este estilo a mi me gustaba más Marcial Lafuente Estefanía) se ha quejado de que las cofradías de Sevilla hayan llevado a los tribunales a unos tipos que diseñaron un juego de ordenador que se llama Matanza Cofrade. A mi me parece una estupidez llevar a nadie a los tribunales por un juego, que conste, pero es que dice el folletinero de espadachines que los de las cofradías se lo tenían que haber tomado con deportividad y más humor. No sé. Hace unos días han detenido a un pinchadiscos por componer una canción contra los rumanos y los inmigrantes en la que los insultaba, no los mataba. Irá a la cárcel o pagara una cuantiosa multa. Nadie se lo ha tomado con deportividad y humor. Qué poca gracia tienen, verdad usted. Porque nos podríamos preguntar por qué un rumano tiene protección legal y un cofrade no, por muy gilipollas que sea éste último. O por qué el juego Matar a un Cofrade es critica social y una canción contra un rumano no lo es. O qué hubiera ocurrido si el juego hubiera sido Matanza de Inmigrantes o Matanza de Musulmanes o Matanza de Socialistas o Matanza de Mujeres o Matanza de Folletineros ... No creo que se lo hubieran tomado con humor y deportividad, los muy siesos. Lo que no entiendo es cómo el folletinero de Pérez Reverte puede ser académico cuando el maestro de la lengua Francisco Umbral no lo es. Debe de ser por la riqueza de su lenguaje pues dice mucho tronco, madero, parné, pureta, jais y viruta.