Antonio F. Marín: Muertos y muertos

14 de abril de 2005

Muertos y muertos

Un reputado crítico de televisión ha comentado en sus páginas que los enfermos terminales que están en los hospitales se podrían haber sentido marginados al ver el sepelio del Papa. No, no es demagogia. Parece una miaja demagogo el tipo, pero tiene razón, porque uno lo comprende, se pone en su lugar, mira con sus ojos y también se imagina el desprecio que sentirán las madres de las tres mil víctimas en accidentes laborales (la mayoría por culpa de las empresas) al ver el trato y majestad que se le dispensa a la excelentísima señora doña Pilar Majón, madre de un (1) asesinado por los terroristas. Debe de ser que hay muertos y muertos, se conoce que porque no es lo mismo que un loco cerril ponga una bomba, que un cuerdo cerril no ponga las medidas de seguridad en el andamio. Muertos de primera y de segunda, ya digo, de los que cotizan y de los que no cotizan (la cuota del partido). Yo respeto muchísimo a las tres mil madres de los accidentes aunque no salgan en televisión, no las reciba el presidente del Gobierno y ni tengan un Ato Comisionado para la Víctimas de los Accidentes Laborales.
Pos Después.- A su excelencia la señora Majón se le recuerda que el luto y el traje negro es una tradición judeocristiana que nadie lleva, que nadie sigue. Y muchos menos un año después del luctuoso suceso, hombre, que es cuando se insiste mucho ir de Dolorosa se puede quedar uno en simple plañidera.

Mobusi