Leo un chiste de Forges en el que dos tipos miran al cielo y se preguntan: ¿Habrá Vaticano en otros planetas? Pues probablemente no. Pero tampoco habrá allí ningún Polanco amigo del Gobierno que no cumple sentencias judiciales, figurines con sonrisa de chica ONCE, corrupción política en ayuntamientos socialistas como el de Sevilla o ministras de izquierdas que hablan en bragas con los alcaldes…O sea, que no. Y allí es probable que el Gobierno ya haya aprobado hace muchísimos siglos que los usuarios de servicios de telefonía y acceso a Internet puedan rescindir los contratos en cualquier momento. Nuestro Gobierno de progreso lo aprobó ayer
porque por fin se han dado cuenta de que ya no gobierna Aznar y han decidido decretar lo obvio, lo que hace a un país moderno como es poder darse de baja en el acto de un servicio de telefonía o Internet. Esto si que es progreso y modernidad, porque está muy bien eso de casar homosexuales en plan folclórico como en Las Vegas, pero es más crucial suprimir los servicios públicos tercer-universalistas. Pero me pregunto qué habrán hecho después de tomar esta espinosa decisión. ¿Se habrán puesto un braguero para prevenir las consecuencias del esfuerzo?...
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