Antonio F. Marín: "Soy feliz; sed felices"

3 de abril de 2005

"Soy feliz; sed felices"

Ha muerto Juan Pablo II, un Papa bueno para su época con el que he discrepado en muchas cuestiones, en especial las referidas a las conciencia personal, a la moral, pero al que no obstante siempre he visto como ese abuelo con el que discutes pero al que respetas. Y creo que la mayor parte del mundo, ya sean creyentes o no, también lo ha visto así. Espero que el próximo Papa convoque un nuevo Concilio para que al igual que ocurrió en el Vaticano II se avance más en la doctrina del amor al prójimo, al margen de las presiones de los conservadores o de los progresistas. La cosa no va con ellos, porque si Jesucristo dijo que no se puede adorar a Dios y al dinero, también dijo que peca el que mire con deseo a la mujer casada, el que le tire los tejos a la mujer del prójimo, aunque al adúltero lo perdone. Era revolucionario en el social (los ricos tiene difícil la salvació), se enfrentó a las autoridades religiosas de su época (el hombre es dueño del sábado), se juntó con putas, desheredados, leprosos y marginados (al que te robe la túnica dale también la capa, pero era conservador en lo moral (no he venido a derogar la ley o los profetas, sino a cumplirla) además de hacer hincapié en la familia, los hijos, la fidelidad, la perfección, la renuncia, el trabajo, el sacrificio y la negación de uno mismo "déjalo todo y sígueme". No dijo: Mete a tu mujer y a tus cuatro hijos en la sacristía y sígueme. Así es que esto es lo que hay, te gusta o no te gusta, lo sigues o no lo sigues, nadie te obliga, pero no puedes cambiar el mensaje a tu gusto para que te quede mono y no te tire de la sisa. “Soy feliz, sed felices”, parece ser que dijo el Papa antes de morir. Pues eso.

Mobusi