Y entonces llega el impecable locutor Iñaki Gabilondo y dice a primera hora de la mañana que cada vez está más claro que la próxima manifestación de las víctimas del terrorismo “es contra el Gobierno". Joder, qué ojo clínico tiene este hombre. Fíjate que yo creía que la manifa era contra los Picos de Europa, contra las cortadores de césped y contra la mayonesa Solís. Que uno sepa las manifestaciones siempre son contra el Gobierno, pero parece que la noticia todavía no le ha llegado al guindo. Las tractoradas de los agricultores son contra el ministro de Agricultura, las huelgas contra
los empresarios y las manifestaciones cívicas contra el gobierno responsable (excepto en el franquismo y en Cuba que eran, y son, a favor del Gobierno). Lo que no es normal es que el locutor de una radio privada defienda al Gobierno de unos inocentes manifestantes víctimas del terrorismo, a los que se les considera conspiradores en un contubernio fascista para cargarse al primer ministro. Eso si que es noticia. Y también lo es que el dómine de Gabilondo siga con el problema de no saber discernir entre lo que es información de lo que es propaganda (gubernamental). Se podría poner en tratamiento porque tiene cura. Y todo mi apoyo. Pero entonces llega ETA, le corrige el guión y explota en Madrid dos mochilas bomba que hieren a cuarenta personas. Un detalle de la banda, un recado o aviso macarrónico recordando quién es quién en esta película; quién es la víctima y quién es el chulo verdugo chantajista que va “contra el Gobierno” y contra los españoles; esos extraños seres que tiene que pedirle permiso a ciertos caciques regionales para existir y para reconocerse como tales. Porque decíamos ayer que con los terroristas de ETA se ha dialogado desde los primeros muertos, desde los segundos y desde los últimos, pues ya en 1976 (cuando iban pocos muertos) se ofreció a los terroristas una amplia amnistía y ellos salieron de la cárcel y siguieron matando. Al año siguiente el presidente Suárez negoció con ETA (cuando iban ya algunos muertos más) y ETA siguió matando. Felipe González dialogó con ETA (cuando iban más muertos) y ETA siguió matando. Aznar dialogo con ETA (cuando iban ya muchos muertos) y ETA siguió matando. Y Zapatero ha llevado al Congreso una moción para dialogar con ETA (cuando ya van 819 muertos). Y mientras la novia espera entre suspiros la contestación a su propuesta, el novio le pone dos bombas, para que vaya preparando el ajuar de la boda.
