Un tipo que firma en el periódico La Verdad de Murcia como Javier Marín Ceballos se mofaba ayer (con faltas de ortografía) de la capacidad de los católicos para educar a sus hijos o la ponía en solfa comparándola con la de los homosexuales. Puede ser. Sin embargo a mí lo que me preocupa es que un tipo como él que tiene estudios universitarios, que fue director de la Editora Regional y que escribe con faltas de ortografía, pueda educar a los míos. E incluso dudo que esté capacitado para educar a los suyos. Yo tampoco lo estoy, pero por eso ni harto de whisky en vena me he casado ni he tenido hijos. Se llama responsabilidad. Aunque ya puestos, uno prefiere que sus hipotéticos hijos los eduque Robert Bresson, Anthony Burgess, Chésterton, Graham Green, Caravaggio, Erasmo, Copérnico, Víctor Hugo, Pascal, Tomas Moro, Galileo, El Greco, Capra, Bach, Cervantes, T.S. Elliot, Wim Wenders, Quevedo, Steiner, San Juan de la Cruz, Dreyer, Bob Dylan o el mismísimo Gaudí, que eran católicos practicantes, antes que él referido Marín Ceballos o que Boris Izaguirre, pongamos por caso. Porque tanto éste como aquél pueden acercarse a casa el día del cumpleaños de mi hijo vestidos de payasos para animarle la fiesta, que es
lo suyo, pero para nada más porque poner en sus manos su educación me espeluzna. Me quita el sueño. No me gustan los sujetos que enseñan el culo (hasta hace poco era una falta de educación), ni los que escriben con faltas de ortografía, porque errores ortográficos puedo tenerlos yo que sólo luzco el certificado de estudios primarios pues me expulsaron de colegios e institutos, pero un tipo que es licenciado universitario y que fue director de la Editora Regional no puede escribir “exotéricos” (con x) , amén de otros anacolutos y solecismos. Porque da vergüenza. Este es el típico cursiprogre que exige a los católicos que pongan la otra mejilla para disfrutar partiéndoles la cara. Pues no, yerras, porque Jesucristo se juntó con las putas pero echó a los hijos de puta del templo. Aunque no te preocupes, Ceballos, que Dios te perdona, porque es su oficio, y porque Él también escribe con renglones torcidos. Los tuyos.