Antonio F. Marín: Fanatismo ciego

9 de julio de 2005

Fanatismo ciego


Primero fue el ataque a Nueva York el 11S y luego vino la guerra de Irak y la de Afganistán. Esto hay que repetirlo para que no te confundan y pongan primero la guerra de Irak, el petróleo y la "foto de las Azores" y que a partir de ahí lo justifiquen todo, incluido el asesinato de inocentes. Creer que los fanáticos necesitan una excusa o un agravio para demostrar su odio a la sociedad libre y democrática, es tan pueril como justificar que un violador ataque a la mujer porque lleva minifalda. Estas acémilas no necesitan excusas; odian nuestro modo de vida occidental y la libertad, sobre todo la de la mujer que nos hace iguales y por eso la tapan hasta los tobillos para que nadie se la folle ni con el pensamiento, para que nadie se lleve a su casa la imagen de su culo y se masturbe
con ella. Es un análisis superficial, cierto, pero también lo era el detalle de que antes del Concilio Vaticano II las mujeres occidentales tuvieran que entrar en la iglesia sin mostrar los brazos y con velo en la cabeza. Un detalle superficial, pero significativo. El islamismo sigue viviendo como en la Edad Media mientras occidente afronta el siglo XXI. Argumentar que todas las civilizaciones son iguales es denostar y vituperar la Revolución Francesa y la Ilustración, lo que ocurre es que estos cursiprogres son tan sectarios que insultan a lo que supuestamente tanto aman. Son tan lerdos que atacan los valores de los que se jactan. Pero pese a todo, pese a ellos, el ataque a Londres no demostrará como en España que el terrorismo tiene premio, que vale la pena poner bombas y matar gente porque se consigue cambiar gobiernos y la retirada de tropas. Los ingleses votaron a Blair y no retirarán las tropas de Irak ni aconsejarán a nadie que las retiren. Tienen dignidad. La conocen, saben lo que es y no obran, desde luego, como el Patrón Mayor de la Cofradía Cursiprogre, Juan Luís Cebrían, que ayer mismo nos impartía lecciones de superioridad moral en El País, después de haber trabajado para el dictador Franco cobrando de él mientras el tirano firmaba sentencias de muerte y ejecutaba a los demócratas. La infamia llega ya a extremos increíbles. Repetimos: Dirigía los servicios informativos que noticiaban el fusilamiento de opositores al régimen y el encarcelamiento de sindicalistas en el proceso 1.001. Y él cobraba de esa mano ensangrentada sin ningún tipo de remordimiento, antes de darnos lecciones de moralidad. Tendría que estar escondido bajo las piedras y sin embargo saca pecho de demócrata. País éste de caciques y cantimpalo.
Pos Después.- Cuando me refiero a cursiprogres no aludo a los militantes o votantes socialistas que son muy honrados y respetables, sino a ciertos nuevos ricos que se hacen pasar por progresistas, como Cebrián, aunque también hay cursiprogres de derechas.

Mobusi