Dicen de ella que es la nueva reina del fetiche, pero yo no me lo creo porque le falta algo que no sé lo que es, pero que no lo tiene. Vale, sí, es sofisticada, luce el pelo en estilo camp, gasta corsés, fajas, medias con costuras y se maquilla como en los años 50/60. Pero es muy delgada, poco rotunda y exuberante. Los muslos parecen palillos y por ahí falla. Y todo los demás, incluido el vestuario, es pura pose y no cuela. No es natural. No es creíble. Abundan por ahí amas de casa que con un sencillo delantalito de cocina y unas simples medias con costura o de rejilla, imponen más respeto y glamour fetichista que esta alemana prefabricada. No cuela. Lo sencillo es a veces más sofisticado que una pose barroca de Dita von Tease.
26 de agosto de 2005
Dita von Tease
Dicen de ella que es la nueva reina del fetiche, pero yo no me lo creo porque le falta algo que no sé lo que es, pero que no lo tiene. Vale, sí, es sofisticada, luce el pelo en estilo camp, gasta corsés, fajas, medias con costuras y se maquilla como en los años 50/60. Pero es muy delgada, poco rotunda y exuberante. Los muslos parecen palillos y por ahí falla. Y todo los demás, incluido el vestuario, es pura pose y no cuela. No es natural. No es creíble. Abundan por ahí amas de casa que con un sencillo delantalito de cocina y unas simples medias con costura o de rejilla, imponen más respeto y glamour fetichista que esta alemana prefabricada. No cuela. Lo sencillo es a veces más sofisticado que una pose barroca de Dita von Tease.