Antonio F. Marín: La alianza y la bomba

19 de agosto de 2005

La alianza y la bomba

Mientras Inglaterra fortalece la Alianza de Civilizaciones expulsando del país a diez fanáticos islamistas y en España los musulmanes de Lleida piden que se acote la piscina pública sólo para las mujeres, uno de los países que apoya la Alianza de Civilizaciones, Irán, se ha ratificado en su decisión de fabricar armas nucleares porque es sabido que no hay mejor forma de aliar civilizaciones que con bombas atómicas. Una bomba atómica une mucho y ayuda mucho a hacer amistades. Pones la bomba encima de la mesa y luego tomas el té con pastas con los amiguetes de la alianza. Sólo les falta el arca. Si llaman a Indiana Jones lo mismo se la encuentra y todo. Lo que ocurre es que, mientras encuentran el arca, Israel bombardeará Irán porque jamás va a permitir que
los iraníes posean bombas atómicas a pocos kilómetros de sus fronteras y bombardeará la fábrica como ya hizo hace algunos años con la de Irak. Y a partir de ahí la guerra atómica, digo la guerra de alianzas, digo la guerra de arcas, digo la Alianza de Civilizaciones que será muy necesaria tras la masacre y entre los mutantes supervivientes del holocausto. Ahora entiendo lo de Zapatero: la alianza es para después de la bomba. Una alianza entre mutantes. Y con arca repujada en purpurina.

Mobusi