Antonio F. Marín: Nada de esto fue un error

23 de agosto de 2005

Nada de esto fue un error

He estado escuchando una canción del argentino Coti que parece que va a ser la canción del verano y me ha gustado, la verdad. Es pegadiza y tiene más calidad que las típicas canciones de verano. Lo que no entiendo es la letra, porque después de tatarearla varios días por la calle he de reconocer que no entiendo lo que canturreo.
Tengo una mala noticia, no fue de casualidad, yo quería que nos pasara... y tú, y tú lo dejaste pasar.
No quiero que me perdones y no me pidas perdón, no me niegues que me buscaste nada, nada de esto, nada de esto fue un error, nada fue un error, nada de esto fue un error
Los errores no se eligen, para bien o para mal, no fallé cuando viniste... y tú, y tú no quisiste fallar.
Aprendí la diferencia entre y juego y el azar, quien te mira y quien se entrega, nada, nada de esto, nada de esto fue un error, nada fue un error, nada de esto fue un error.

Vayamos por partes: Si no fue casualidad y tú querías que pasara y ella lo dejó pasar es que no sabéis todavía quién le puso los cuernos a quién. No lo sabéis y yo tampoco, pero no desfallezco y estoy seguro de que antes de que termine el verano desentrañaré el enigma. Sigamos: Si no quieres que ella te perdone, ni que te pida perdón, es que estáis a gusto con los cuernos, a la recíproca, porque si no, no se explica. Si los errores no se eligen, para bien o

para mal, tú no fallaste cuando ella llegó y ella no quiso fallar, es que te pilló con la otra, pillín, y aprendiste la diferencia entre el juego y el azar. Porque lo hiciste en su cama y con su mejor amiga, cabroncete, que eso no se hace y está muy feo. Al menos sin avisar. Eso es “jugar muy fuerte”, “esperar mucho del azar” y ahora entiendo porque dices que no quieres que ella te perdone, so mamón, ni que ella te pida perdón, porque es obvio que ella te buscó y tú no fallaste cuando ella vino y seguiste dándole al asunto. Pues vale. Aunque yo creo que fue ella la que te puso a ti los cuernos con su mejor amiga, fuiste tú el que se quedó mirando y así “aprendiste la diferencia entre y juego y el azar, nada de esto fue un error”, tururú, “nada de esto fue un error”, tarará. Niquelao, que dicen los castizos. Vale. Aquí os dejo la letra para que alguien me la traduzca porque yo todavía no me he aclarado quién le puso los cuernos a quién. Y con quién. Aunque a lo mejor ka cuestión radica en que él no se fijó en que ella venía de la peluquería con peinado nuevo (los hombres, ya se sabe) y no fue casualidad, porque tú querías que os pasara y ella (tú, tú) lo dejó pasar. Sigo sin cogerlo. ¿Sabes lo que te digo?...Pues que te mereces lo que te pase.

Mobusi