Antonio F. Marín: Televisión

5 de agosto de 2005

Televisión

La televisión perjudica el desarrollo intelectual de los pequeños, según informa la revista Archives of Pediatrics and Adolescent Medicine. Y de los mayores. Si yo les contara... Aunque hay excepciones, porque la televisión, como todo, se puede ver sin que te ofusque ya que no es lo mismo encender la tele para ver qué te echan, que encenderla porque en ese momento ponen el programa que a ti te gusta, aunque resulte curioso que, por ejemplo, las dos mejores series que hemos podido ver recientemente en la televisión (aparte de CSI que es de intriga) son las que menos audiencia tienen. Me refiero a “Everwood” y “Mujeres desesperadas”. Las dos son, con distancia, de lo único que
se puede ver en televisión sin volverte idiota. Y sin embargo son las menos vista porque el público tira más para las series españolas que no sé a santo de qué (perdón, a coño de qué) tienen muy buena reputación cuando son de una ordinariez que chirría (Mis adorables vecinos, Aida), si no son compendios sociológicos pretenciosos (Hospital Central, Los Serrano). “Aquí no hay quien viva" no está mal, es distraída, pero se nota que la trabajan y mucho, más de veinte guionistas y el resultado es un refrito de gracietas tipo Buenafuente o Chiquito de la Calzada. Sin embargo las dos series americanas no tienen comparación con las otras porque tratan los asuntos sencillos de la vida con naturalidad, sin pretensiones sociológicas como intentan las españolas que de cada problema sacan una tesis, una antítesis y una síntesis de sociólogo de Usera, digo de León. Las cosas sencillas mostradas con sencillez y sin pretender dar ejemplo de nada. Y sin embargo han retirado la serie “Everwood” para sustituirla por las humoradas de Cruz y Raya. Televisión de calidad que nos prometió el abogado de León.

Mobusi