verdad, lo juro por Snoopy. Le miran sus ojos de terciopelo y su sonrisa de caramelo.
Y digo “cuando los hombres miran” porque un servidor, aunque es hombre, no suele hacer lo que el hace el resto del paisanaje porque uno está incapacitado para hacer dos cosas a la vez: oírlas a ellas y seguir concentrado en la visión mística su hermoso culo. Tiene razón el anuncio de café de la televisión que denuncia que los hombres no sabemos hacer dos cosas al mismo tiempo. Toda la razón. Yo particularmente no puedo mirar un culo y escuchar lo que dice su propietaria. Me es imposible. Además creo que es una falta de educación desentenderse de un culo y abandonarlo para atender lo que cuenta una intrusa que se ha entrometido en tu relación de amor con su culo. Pide la vez, maleducada y no interrumpas sin pedir permiso. No seas impertinente. Uno es que cuando mira un culo no habla. Yo comprendo que hay gente que lo mira y al mismo tiempo prepara una tesis sobre las Siete Partidas de Alfonso X el Sabio. O que lo mira y da una rueda de prensa. O que lo mira y le abre la puerta a su novia (bueno esto sí). Pero las demás actividades son incompatibles con mirar su culo. La del anuncio tiene razón. Muchísima razón.