Antonio F. Marín: Perversión democrática

11 de diciembre de 2005

Perversión democrática


Mal deben de ir las cosas, y las encuestas, para el Gobierno socialista cuando su periódico adicto, el diario El País, saca hoy en portada noticias frescas como la participación española en la guerra de Irak y el desastre del Prestige en una especie de revival para recordarle a los electores lo malos que son los de la oposición. Dos años después de los hechos. Periodismo puro. Noticias frescas, ya digo. Se trata de volver a los tiempos antes de las elecciones, cuando la crispación por la guerra de Irak y el Prestige para volver a vacunar a los electores con una dosis de crispación de recuerdo. Periodismo de calidad, ya digo. Pero mal deben de ir las cosas para el Gobierno socialista, decía, cuando
el escritor y periodista José Jiménez lozano declara que se ha llegado a un nivel tal de necedad que cuando alguien pronuncia la palabra España, parece que es franquista. Mal van las cosas para los españoles, decía, cuando si tú dices que no te gusta la corbata de Maragall o de Artur Más resulta que te estás metiendo con Cataluña. Odias a Cataluña. Y tú sin saberlo. Es una táctica fascista que invento el dictador Franco para salvaguardarse de las criticas pues cuando los gobiernos democráticos de Europa lo desacreditaban se arropaba con la bandera de España, salía al balcón de la plaza de Oriente y acusaba a sus críticos de meterse con España, de odiar España. Son igualicos, igualicos, que el defunto de su abuelito. Tal para cual. Fascistas, aunque los muy necios no lo sepan. Y entonces si criticas el 3% de las comisiones, la ineptitud en el desastre del Carmel o la financiación encubierta del partido socialista por parte de la Caixa, también odias a Cataluña. Y si el Parlamento catalán aprueba una ley hay que considerarla como sagrada y hay que respetarla, mientras que si la aprueba el Parlamento de España, es fascista, intolerante y antidemocrática. Y con los vascos tres cuarto y mitad de lo mismo. Es como cuando criticas a Bush y los lerdos de la derecha te llaman antiamericano porque no entienden que la crítica a un Gobierno no es la crítica al país. Es una actitud de niños, mayormente, “si no me das el caramelo no me quieres”. Y de cobardes.

Mobusi