Días de escuela
Le juro a usted, maestra, que me he aprendido la tabla de multiplicar y de carrerilla. Y con mucho gusto. Con muchísimo gusto, vamos. La tabla de multiplicar y lo que usted guste, señorita, porque además con usted se aprende mucho pues tiene usted una autoridad y una sabiduría que a mí me aprovecha. Con usted aprendo mucho, señorita, y vengo al colegio muy ilusionado y con los deberes hechos. Y muy bien hechos.