El presidente del Gobierno se reúne hoy con los líderes musulmanes para tratar de la crisis de las caricaturas porque su publicación puede ser perfectamente legal, "pero también puede ser rechazada desde el punto de vista de la moral y la política", según ha reconocido él mismo. Sin embargo el "Cristo de los misiles" es sólo libertad de expresión y no tiene por qué ser rechazado desde ningún punto de vista. Yo prefiero reunirme con los daneses para tratar del mismo asunto. Porque Rodríguez Zapatero del Tinell tardó un año en reunirse con los católicos que habían recogido 3 millones de pacíficas firmas y sólo ha tardado una semana en reunirse con los islamistas que condenan la libertad de expresión y comprenden a los que queman embajadas. Y también se está reuniendo o
quiere reunirse con los asesinos de ETA, con los que siguen poniendo coches bomba en Navarra, aunque rehúye la visita a las víctimas en Valencia porque prefiere ir a homenajear a otra víctimas que son más de su cuerda. Es cuestión de criterio, de valoración, porque parece que hay que buscar y crear el conflicto para que su eminencia quiera reunirse contigo para buscar la paz. Si no creas el conflicto, no eres nadie, porque nadie quiere buscar la paz contigo. No cuentas. No vales, eres un cero a la izquierda, un infeliz, un insignificante. Paradojas de la vida, como que las feministas denuncien en los juzgados (con mucha razón), a un cretino que en una hoja parroquial escribe que las mujeres provocan el maltrato (espero que el cura vaya a la cárcel), pero que sin embargo calla, otorga y no protesta porque Irán participe en la Alianza de Civilizaciones cuando en su legislación sigue contemplando la lapidación de mujeres adúlteras, da latigazos a una mujer por dar un beso y ahorca homosexuales. Cosas veredes, Sancho.