Por favor sé sincero, porque a mí me gusta mucho la sinceridad, me sueles decir. Y es verdad. Tienes razón. Pues si he de ser sinceró te diré que a mí lo que de verdad me gusta no es la manicura, ni el anillo, ni la braguita, sino ese hermoso culo que luces, mi vida, mi amor, mi culona.