Mariano Rajoy ha dicho que hemos pasado del “papeles para todos” al “todos a la calle”. Y a mí se me antoja que no se puede decir tanta tontería junta y que no pase nada. Si es ésta la oposición en la que tenemos que confiar, apañados vamos. Gobierno mediocre, oposición a su altura y opinadores cuyo cociente intelectual no levanta un palmo del suelo porque el otro día la subdirectora del Boletín Oficial Cursiprogre, El País, dijo que cuando no hay que cambiar las cosas, lo urgente es no cambiarlas. Ella se refería a los árboles del Prado, pero yo me refiero al Estatuto catalán porque según
los resultados del referéndum, sólo ha interesado a menos de la mitad de los catalanes porque la mitad más uno le ha hecho la trompetilla a sus políticos (ha votado “sí” el 36%, una inmensa goleada, según el filosofo Pepiño Blanco que por lo visto no se ha tomado la medicación). Un exitazo, ya digo. Si yo presido una asociación y más de la mitad pasa de mí y sólo me apoyan 4 de cada 10, me suicido. Ellos no, porque no saben lo que es la dignidad ni la vergüenza, ni la conocen, ni la han mamado de la teta materna y así nos va. Decían que había un clamor unánime para cambiar las reglas del juego y ahora se ha visto que sólo había avaricia de sus políticos por pillar más poder y mangonear aún más a los ciudadanos de lo que ya lo hacen, que no es poco. Si antes se llevaban el 3% ahora se van a llevar el 6%.
Y gracias al “socialista” de Zapatero, al niño progresista de algodón de azúcar (lo de socialista es un decir), las regiones ricas crecerán en progresión geométrica mientras que las pobres lo harán en progresión aritmética, suponiendo que los analfabetos padres de la Logse sepan qué es esto y qué significa. España no se va a romper porque hace falta algo más que un mediocre con ideas morcillonas para cargarse 500 años de historia, pero sí que va a dejar de ser solidaria y a partir de ahora cada uno irá a sus costillas, a escote, y el que venga detrás que arreé. Un exitazo de Jimmy Zapatero Carter que, además, es tan listo, tan listo, que va a perder el Gobierno de Cataluña a favor de CiU. Intolerancia, agresiones, insolidaridad, persecución de la oposición y más victimismo nacionalista que ya está pensando en pedir más porque esto sólo es un paso. Un lince. Cada uno es muy libre de creerse que puede tocar el culo de la moza con las sombras, pero cuando uno crece y madura sabe que las sombras suelen ser sombras. Y que los nacionalistas, nacionalistas son, o sea, fascistas de raza, nación e idioma. Se murió Franco y nos ha venido esta tropa que concede visados para vivir y para no vivir, como el senador del PNV que cree que todo aquél que no se sienta nacionalista no tiene derecho a vivir. Tanto luchar para nada. Fascismo tenemos. Qué tristeza.
