Upskirt y shoejob, todo junto

Y de golpe, todo a la vez, que de paso ahorramos en perversiones y lo hacemos todo junto que es más emocionante, porque te has sentado en la mesa, me has dicho “ven, cariño que tengo que enseñarte mis zapatos nuevos”, y yo he acudido solícito porque me gusta que me enseñes las cosas que te compras. Aunque no oigo lo que dices porque sólo tengo oídos, digo, ojos, para mirarte y verte ahí sentada en la mesa con la falda arremangada, las braguitas negras, las medias y los zapatos de tacón que sabes que tanto me gustan. ¿Te gustan? Sí, mucho, porque son monísmos, te digo balbuceando y algo azorado porque me la has puesto dura con la caricia de tu zapato, cariño, y encima no dejo de mirar tus medias, tus muslos, la braguita tanga que luces y que también es muy mona, es cierto, porque tú lo luces todo muy conjuntado, como debe ser, porque siempre has tenido muy buen gusto, eres muy elegante y te gusta complacerme. Eres un sol. Mi luz. Y los zapatos me gustan mucho. ¿Te lo he dicho?