hace poco a Stephen Hawkins que España no investiga por culpa de la Iglesia, aunque cuando se reunió poco después con los investigadores estos le dijeron que de Iglesia nada, que el atraso se debía, y debe, a la falta de planificación de la carrera investigadora, a la precariedad laboral de las becas “y a la falta de medios que son las causas principales del estado de la Ciencia”.
Los científicos le comentaron lo difícil que es plantearse la vida con becas hasta los 30 años para realizar investigación básica o los inconvenientes de ser doctor para ir a buscar un trabajo en una empresa. El muchacho desconocía la precariedad laboral de las becas y que éstas no regulan ni permisos de maternidad, ni vacaciones, ni cotizaciones. Es decir, que de Iglesia nada de nada, monada, porque la culpa es de su Gobierno. El muchachos se conoce que ha oído hablar de Voltaire y se ha equivocado de siglo. Cosas de los cursiprogres. Hace poco le echaban la culpa a la Iglesia de las muertes de Leganés y ahora también se la echan de la incompetencia de su propia gestión. Así cualquiera. Y es que la ignorancia es muy atrevida y quizás al lego de león le vendría bien que el catedrático Peces Barba le diera a leer la conferencia que dio Einstein en Priceton poco antes de comenzar la II Guerra Mundial y en la que dijo, literalmente, que ”los más elevados principios de nuestras aspiraciones y juicios nos los proporciona la tradición judeo-cristiana y sus más profundas convicciones se enraizaban en dicha tradición”. O cuando decía que “tener una creencia religiosa no es un síntoma de estupidez, así como tampoco el ser incrédulo es signo de inteligencia”. Sobre todo esto último, que se podría aplicar él mismo y toda la secta cursiprogre a la que Larra ya "retrató" cuando decía de ellos que, por supuesto, "no creen en Dios proque quieren pasar por hombres de luces”.