Antonio F. Marín: ¿Libertad de cátedra?

18 de septiembre de 2006

¿Libertad de cátedra?


“Muéstrame también aquello que Mahoma ha traído de nuevo, y encontrarás solamente cosas malvadas e inhumanas, como su directiva de difundir por medio de la espada la fe que él predicaba. La violencia está en contraste con la naturaleza de Dios y la naturaleza del alma. Dios no goza con la sangre; no actuar según la razón es contrario a la naturaleza de Dios”. Ésta fue la cita de un emperador bizantino del siglo XIV a la que aludió el Papa en el transcurso de una conferencia en la Universidad de Ratisbona; una referencia que yo suscribo de pe a pa, de pinto a pinto, gorgorito, pese a que parece que ahora no podemos citar a los clásicos, ni mencionar la historia, porque se ofenden los de siempre. Aquí puedes cagarte en Dios en una obra de teatro porque además te la subvencionan, pero te prohíben que cites la historia para no ofender al Dios de los extranjeros. Esquizofrenia pura.


Aquí puedes dibujar caricaturas ridiculizando a Jesucristo como hizo un bufón de la tele o como suele hacer la revista El Jueves (foto de arriba), pero “se cagan” si tienen que dibujar a Mahoma. No hay huevos. Les entra la caguetilla a estos héroes que se mofan de los débiles, pero se acojonan con las fuertes. Son así de éticos y cobardes. Ellos pueden ofenderte, pero tú no puedes citar a los clásicos en una conferencia de la Universidad alemana. Pero, ¿no habíamos quedado en que hay libertad de cátedra? Dicen algunos listos que el efecto del discurso del Papa contra el fanatismo religioso tendrá
el efecto de incrementar ese fenómeno”; algo así como decir que el discurso contra los maltratadores domésticos anima a éstos a seguir maltratando a sus mujeres. Pero eso del “efecto de incrementar más el fanatismo” no lo dicen cuando en su televisión cocinan un Cristo. Exigen respeto para los musulmanes pero ellos no respetan a los demás. Exigen una sociedad laica, pero luego se alían con las dictaduras teocráticas. Son así de cínicos, mentirosos e hipócritas. Dijo ayer Zapatero que los socialistas son "de otra manera, de otra pasta". Desde luego. Que no le quede la menor duda, porque estos cursiprogres le reprochan al Papa que haya sido "mucho menos político de lo deseable en su discurso", aunque cuando critica ciertas actitudes sociales se le afea que se “meta en política”. En qué quedamos.

Dice el “prestigioso“ New York Times que el papa tiene que “pedir perdón” por pensar por sí mismo, aunque los que sí que tienen que pedir perdón, y de rodillas, son los del diario New York Times por apoyar la guerra de Vietnam, la invasión de Granada, la de Panamá y el bombardeo de Yugoslavia. Por incitar a la guerra. Y todavía no lo ha hecho. Otros que predican con el ejemplo. Como los ofendidos por las palabras del Papa que han incendiado iglesias y asesinado una monja para seguir dialogando entre civilizaciones en una actitud que le ha dado la razón al Papa porque con ellos no se puede ir ni a misa. Porque después de muchos años de luchar por la razón, por la ilustración y por la libertad de expresión, tenemos que volver a censurarnos, a los libros prohibidos, para no ofender a los cerriles. Menuda Alianza de Civilizaciones en la que das tu opinión y te amenazan de muerte, te queman la Iglesia y te asesinan una monja porque sólo puedes hablar de lo que te está permitido. Tanta Ilustración y tanta revolución francesa para volver al “nihil obstat” (islamista) con objeto de no “ofender” a los musulmanes cuando los que de verdad ofenden a los musulmanes son los que ahorcan homosexual y apedrean adúlteras; es decir, los amigos de Zapatero y de la izquierdosa unida que estaban hace poco en la cumbre de No Alineados. O los asesinos como Bin laden y su tropa de cerriles, sobre los que no dicen nada ni ulemas, ni imanes, ni clérigos, ni cofrades.

Mobusi