Antonio F. Marín: Acuéstate contra la pobreza

17 de octubre de 2006

Acuéstate contra la pobreza


Numerosos actores, cantantes, artistas, escritores y deportistas, todo ellos millonarios con mala conciencia, han pedido a los demás ciudadanos que se pongan en pie y participen en la iniciativa 'Levántate contra la pobreza', promovida al amparo de la Campaña del Milenio de Naciones Unidas. Esta campaña es muy acertada y yo la apoyo, pero que la secunde esta tropa de "comprometidos" me da repelús porque uno prefiere a la gente sencilla que en vez de firmar manifiestos en los palcos bajan al escenario y se empeñan en luchar contra ella todos los días del año. Como los misioneros, por
ejemplo, que se juegan la vida junto a los pobres (26 muertos en 2005) y se levantan todos los días contra la pobreza entre menesterosos y enfermos de SIDA. Y también se acuestan contra la pobreza porque viven entre ella y dan la vida por ella. Como el reciente Premio Nobel Muhammad Yunus que lleva décadas luchando contra la pobreza sin manifiestos ni posturitas solidarias. Predicando con el ejemplo. Decía Borges que a los premios nobel se les daba mejor la dinamita que cualquier otra cosa, pero él quizás estuviera resentido porque nunca lo agraciaron con un premio. Tampoco lo consiguió Faulkner o Joyce y sin embargo lo tienen el español Echegaray y el americano Henry Kissinger. Aunque el Nobel de la Paz de este año ha sido muy correcto, decía, pues Muhammad Yunus ha conseguido ayudar a 6.5 millones personas, de los que el 96% son mujeres, sacándolas de la pobreza gracias a los microcréditos, sin aval, que permiten a la gente humilde montar un pequeño negocio y abandonar la penuria. Lo que demuestra que cuando se quiere se puede y que todas las ayudas al desarrollo de los organismos internacionales no sirven para nada porque no van destinados a los que de verdad lo necesitan. Otra lección más que hemos aprendido: Es mejor dar la caña que el pescado, claro, y es mejor dar el dinero para la iniciativa personal que la subvención a fondo perdido para no mover el culo.
Fe de errores. - Los cursiprogres no le hacen la pelota al rey en primera página de El País como escribía aquí hace poco (que también), sino al príncipe en la portada de su revista semanal que cuando la he visto, la he confundido con el catálogo de Ikea. Es decir, que son pelotas con el padre y también apuestan por el pelotilleo para el futuro, aprovechándose de que la monarquía quiere ganarse la legitimidad entre la izquierda con gestos de este jaez, a ver si así no los echan por Cartagena, como al bisabuelo. Así que es probable que al paleto editor le caiga por fin un marquesado, o entorchado parecido, porque la aristocracia priva mucho entre los cursis nuevos ricos que también se levantan contra la pobreza. En la distancia no vaya a ser que se manchen. Y firman manifiestos y todo.

Mobusi