Antonio F. Marín: Sumisos consentidores

29 de octubre de 2006

Sumisos consentidores

"La izquierda abertzale mantiene intacta su apuesta por dar una respuesta democrática al conflicto que vive Euskal Herria", según acaban de declarar los asesinos de niños. El "conflicto" al que se refieren los asesinos de izquierdas consiste en que tú te presentas a la elecciones, el pueblo te elige y unos pistoleros te matan para que no puedas representar al pueblo. Un conflicto político de cojones. Es cierto. Existe un "conflicto político" muy serio pues no hay libertad, te asesinan por no pensar en rebaño y a tus hijos los pueden matar si tú te presentas a las elecciones. Pero el muchacho de León dice que no va a tomar ninguna decisión después de saber que los terroristas asesinos de niños han robado 350 pistolas precisamente cuando él apoyaba el diálogo con ellos en el Parlamento europeo. Y además ha justificado la rebaja de pena al asesino De Juana
Chaos porque "está en el proceso". "Me encanta ver las caras desencajadas de los familiares en los funerales", confesó este asesino de 25 ciudadanos. Nos humilla a todos pero no importa porque está en el proceso. Hasta el diario El País le ha pedido al muchacho de León que se lo piense, pero don erre va sobrado e insiste en lo suyo aunque se hayan reído de él en sus morros y además lo hayan humillado públicamente ante toda Europa, No importa, porque él persiste en conseguir la "paz de ETA" y no piensa adoptar ninguna medida que repare algún atisbo de dignidad democrática. Y es que abundan los sumisos consentidores que sienten placer con la humillación; un placer que están en todo su derecho de reivindicar porque cada uno es muy libre de proyectar sus fantasías. Y si te va la humillación puedes acudir a clubes en los que te dan cuartelillo y te hacen feliz. Yo conozco a mucha gente que le va esta tendencia e incluso les he ayudado a encontrar los clubes y les he recomendado qué han de hacer para ser admitidos. Pero que a ellos les guste ser humillados no significa que a todos los españoles les vaya esta peculiaridad, por lo que los sumisos consentidores deberían reconducir su gozosa humillación hacia la vida privada. Tienen todo nuestro apoyo.

Mobusi