26 de octubre de 2006
Voyeur shoedangling
He entrado en tu cuarto y te he visto ahí sentada en esa postura tan encantadora que tanto te gusta cuando viene tu mejor amiga, mientras juegas con el zapato, lo balanceas, lo dejas caer con la punta de los deditos y me miras a los ojos. Qué quieres. Nada, no quieres nada, según me dices. Y seguís las dos jugando con el zapato en la punta de los dedos porque os gusta balancearlo delante de mí. Sabes que me gusta y te aprovechas. Eres mala. Pero te adoro. Me has convertido en voyeur de tus andanzas con tu mejor amiga. Eres perversa, pero me gusta. Y tú lo sabes y te aprovechas.