El muchacho de León ha advertido a ETA de que el robo de armas "es grave y tendrá consecuencias". Quiere decirse que la próxima vez que los terroristas asesinos de niños sean malos, él se va a enfadar muy seriamente. Y los va a castigar sin merienda. Y como insistan, los va a dejar sin recreo y todo. Se van a enterar estos de lo que vale un peine, digo, de lo que vale un presidente del Estado español.