Antonio F. Marín: Diálogo con cerriles

26 de noviembre de 2006

Diálogo con cerriles

El Gobierno admite que el proceso de paz no avanza y que no ha constatado la ausencia de violencia, que es a lo que se comprometió con los españoles en el Parlamento. 

Y además ayer se manifestaron las víctimas del terrorismo para exigirle al Gobierno que no se rinda a la banda de asesinos de niños, mientras los proetarras atacaban la sede de la subdelegación del Gobierno en Álava, suponemos que para que abrieran las ventanas a fin de que pudieran oír el diálogo y todo eso, que es que hay algunos desaboríos que cierran las ventanas y así no es posible entenderse y dialogar en sociedad entre cócteles molotov y cascaruja. 

Pero yo no creo que el Gobierno se esté rindiendo a ETA y si los pistoleros vuelven a matar la culpa será del asesino que empuña la pistola y nunca del Gobierno. Jamás le reprocharé al Gobierno que la banda haya vuelto a matar. Nunca.  Pero si su determinación para iniciar negociaciones con la banda es una decisión política (como también lo es no hacerlo), esa decisión está también sujeta a la crítica
política de los ciudadanos, faltaría más, y por eso podemos decir que es un error sentarse a negociar con los terroristas de igual a igual en mesas extraparlamentarias de partidos y con diálogos bienintencionados que lo único que consiguen es reconocer validez política y democrática a las pistolas, el chantaje y el matonismo fuera de las urnas. 

 El diálogo no es al bálsamo de fierabrás que todo lo soluciona porque que uno recuerde con la esclavitud no se acabo mediante el dialogo y las mesas de negociación, sino con una firme decisión política de no transigir que llevo incluso a una guerra; el muro de Berlín no se cayó con el diálogo, ni con mesas de negociación, sino cuando los que lo habían levantado perdieron toda esperanza y decidieron echarlo abajo; el “apartheid” en Sudáfrica no se acabó con el diálogo ni con mesas de negociación, sino con el firme boicot de todos los países civilizados. Y en este plan. Y con ETA se acabará cuando pierda toda esperanza de conseguir con el asesinato lo que no consiguen con los votos. Pero de momento lo que tienen es mucha ilu de lograrlo. Muchísima.

Mobusi