Antonio F. Marín: Come, que viene el gato

26 de enero de 2007

Come, que viene el gato


Los jueces de la Audiencia Nacional han evitado el lavatorio de manos y han dejado en prisión al asesino de Juana Chaos (los tres que lo iban a juzgar estaban dispuestos a soltarlo). Ahora la decisión de vivir depende exclusivamente de él y yo respetaré mucho la providencia que él tome, tanto si quiere vivir como si quiere morir. Ya es mayorcito para tomar decisiones por lo que deberá optar por comer o no comer porque la sociedad no puede estar todo el día con el "nene, come, que viene el gato", que se le suele decir a los niños. Si a Zapatero y a El País no les come el nene, que vayan al psiquiatra, digo al pediatra. Pero cada uno es responsable de sus actos tanto si
se trata de un asesino, como si se trata de unos tontuelos jóvenes ciudadanos de Alcorcón, pongamos por caso, que parece que han vuelto a convocar para mañana sábado una manifa a la caza del inmigrante porque a ellos no les va lo de la foto de arriba, es decir, follar donde sea y como sea (que es lo propio a esa edad), y tiran más hacia los videojuegos "reality shows" en vivo y a la caza del inmigrante. En vez de en la videoconsola juegan en la calle que es más diver. Pero la cuestión no es para andar con chanzas porque llevo unos días leyendo todo lo que se ha publicado sobre las peleas a palos entre españoles e inmigrantes y no me he entrado de nada. Unos dicen que es defensa propia (los de la derecha) y los otros que es racismo (los de la izquierda). Pero sigo sin saber qué ha pasado de verdad en Alcorcón, aunque lo que sí parece obvio es que todos los participantes en la movida son de clase humilde y proceden de familias trabajadoras. Quiere decirse que el enfrentamiento no es entre pijos burgueses e inmigrantes, sino entre hijos de obreros e inmigrantes. Quiere decirse que los que se pelean son de clase humilde tanto si son autóctonos como inmigrantes. Quiere decirse que si hay racismo lo hay entre la gente humilde. Y me pregunto por qué.

Mobusi