Nuevo pacto antiterrorista del Tinell

El cadáver de una víctima ha aparecido entre los escombros de Barajas y el presidente parece que por fin ha salido de su retiro y ha visitado a los familiares mientras su periódico de cabecera anuncia un nuevo Pacto Antiterrorista del Tinell, o así, que meta a todos en el mismo saco incluidos esos que han dicho que ETA ha hecho más méritos que el Gobierno. No escarmientan, porque eso es obstinarse en lo mismo y no supone reconocer los errores tanto de él como de los rodrigones que lo han jaleado hasta ahora como si en vez de un humilde muchacho de León nos estuviera gobernado un preclaro estadista con una reputada visión estroboscópica. No aprenden ni de sus errores. “Si fueran inteligentes”, editorializaba ayer El País, los del PP se podrían firmes al paso de Zapatero y se arrodillarían sumisos en espera de sus designios. Si fueran inteligentes, digo yo, Zapatero y sus muchachos no se habrían ido solitos a ponerse la medalla de la paz, ni hubieran asilado al PP con el Pacto del Tinell. Si fueran inteligentes no pedirían ahora “unidad de las fuerzas democráticas”, ni un nuevo pacto antiterrorista, sin especificar si esa unidad y ese nuevo pacto es el del Tinell. Si fueran inteligentes no dirían que el que discrepa legítimamente no quiere la paz (ayer un tal Ignacio Sánchez-Cuenca insistía cerril en lo mismo). Si fueran inteligentes no habrían titulado “El PP se queda solo” o “todos menos el PP…” para dar la impresión del aislamiento de los populares, porque ahora podríamos decir, con los mismos mimbres, “todos, menos el PP, han metido la pata y han hecho el ridículo más espantoso”. No lo diremos porque eso de señalar como inteligente al que te obedece y como tonto al que no lo hace, me suena a fascista. Si fueran inteligentes, en fin, no se romperían los cuernos y no serían tan idiotas.