El Gobierno ha dado por rotas las negociaciones con ETA y dice que el “proceso está roto, liquidado y acabado'. Así que parece que por fin ha “entrado en razón”, tal y como aconsejaba el corifeo Pepito Ramoneda cuando instaba en El País a todos los partidos para que llevaran al Congreso una resolución de apoyo a la negociación con ETA con el fin de hacerle “entrar en razón al PP” sobre las bondades de la negociación. Supongo que ahora nuestro Pepito Romaneda se habrá alegrado de que Zapatero haya “entrado en razón” a golpe de bombas y de asesinatos, digo de accidentes mortales. Pero ahora no es momento para reproches, ni para hacer sangre, porque las responsabilidades políticas se sustancian en las urnas. Es el momento de estar unidos porque la culpa es de ETA y sólo de ETA. En el atentado del 11M los responsables fueron los terroristas, no el PP, y en el de Barajas los responsable son los terroristas y no Zapatero. Esto que es tan palmario hay que explicarlo una y otra vez en esta España de cuchufleta en la que se suele llamar asesino al presidente del Gobierno, aunque las bombas las hayan puesto los terroristas. Pasó en la vísperas de las
elecciones del 14 M y volvió a pasar ayer cuando se llamó asesino a Zapatero en un alarde impúdico de la España mostrenca y cerril que no quiere ver más allá de sus propias napias. Burriciegos como el apóstol de los buenos y los malos, el esclarecido Peces Barba, que nos ha recordado que los asesinos de niños no pretendían matar a nadie porque en realidad fueron a Barajas a realizar un “happening”, una “performance” con bombas y dinamita que accidentalmente ha matado a dos ecuatorianos que sólo son efectos colaterales al estar en el lugar menos indicado. Y la culpa es de Aznar, supongo. n